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«El zapatero y los duendecillos mágicos» para niños y niñas 👞🧚🏼

¿Te imaginas que mañana al despertarte, tus deberes están hechos y no los hiciste tú? Algo así le pasó al zapatero de esta historia.

Duendecillos poniéndose la ropa que les hizo el zapatero.

Duendecillos poniéndose la ropa que les hizo el zapatero.

Seguimos con las sorpresa que se esconde tras el número 19 del calendario de adviento de La Casa del Búho. Hoy es día de cuento navideño, esta vez el protagonista es un zapatero y unos duendecillos mágicos.

«El zapatero y los duendecillos mágicos»

El pueblo era pequeño, y en invierno siempre se cubría de un fino manta blanco que adornaba las calles. En la plaza del pueblo, cerca de la fuente, había un zapatero que vivía en una pequeña casa. El zapatero era muy bueno en su oficio, pero no tenía muchos clientes, porque la gente del pueblo era muy pobre y no podía comprar zapatos nuevos, así que el zapatero apenas tenían para comer.

Un día, el zapatero se dio cuenta de que solo le quedaba un trozo de cuero para hacer un último par de zapatos. Se sintió muy triste.

-Mañana haré el último par de zapatos que puedo hacer con este cuero. Espero que alguien los compre y me dé algo de dinero para comprar más material y comida.

El zapatero cortó el cuero con cuidado y lo dejó sobre la mesa, junto a las herramientas que necesitaba para coserlo. Cuando se le empezaron a cerrar los ojos, decidió que era hora de dormir.

Lo que el zapatero no sabía es que esa noche, mientras él dormía, unos visitantes muy especiales entraron en su casa. Eran dos duendecillos, muy pequeños y traviesos, que iban vestidos con unos harapos y unos gorros puntiagudos. Los duendecillos se acercaron a la mesa del zapatero y vieron el cuero y las herramientas.

Duendecillos trabajando

-¡Mira, qué bien! -dijo uno de ellos-. Aquí hay cuero para hacer unos zapatos. ¿Por qué no se los hacemos nosotros al zapatero? Así le daremos una sorpresa.

-¡Buena idea! -dijo el otro-. Será divertido y además le haremos un favor. Vamos, ponte a trabajar.

Sin perder tiempo, los duendecillos se pusieron a coser el cuero con una rapidez asombrosa. En poco tiempo habían terminado un par de bonitos zapatos. Los duendes los dejaron sobre la mesa, con una sonrisa de satisfacción, y se marcharon tan silenciosamente como habían llegado.

A la mañana siguiente, el zapatero se levantó y se dirigió a su mesa, dispuesto a hacer el par de zapatos. Pero para su sorpresa ya estaban hechos, y eran los zapatos más hermosos que había visto en su vida. No podía creer lo que veían sus ojos.

Zapatos hechos por los duendes

El zapatero colocó los zapatos en el escaparate de su tienda, y no pasó mucho tiempo hasta que un caballero rico que pasaba por allí los vio y se enamoró de ellos. Entró en la tienda y le preguntó al zapatero cuánto costaban. El zapatero le dijo un precio justo, pero el caballero estaba tan encantado con los zapatos, que le pagó el doble de lo que pedía. El zapatero no podía creer su buena suerte. Con ese dinero, pudo comprar cuero para hacer dos pares de zapatos más.

Esa noche, repitió lo mismo que la noche anterior. Cortó el cuero y lo dejó sobre la mesa, junto a las herramientas. Y esa noche, volvieron los duendes, y le hicieron dos pares de zapatos más, tan bonitos como el primero.

A la mañana siguiente, el zapatero los encontró y los puso en el escaparate. Y esa mañana, vinieron dos clientes que se los compraron por un precio muy alto. Con ese dinero, el zapatero pudo comprar cuero para hacer cuatro pares de zapatos más.

Y así sucedió cada noche y cada mañana. Los duendecillos le hacían los zapatos al zapatero, y el zapatero los vendía a buen precio. La tienda del zapatero se hizo famosa en todo el pueblo, y la gente venía de todas partes a comprar sus zapatos. El zapatero empezó a vivir mejor, y ya no le faltaba nada.

Una noche, poco antes de Navidad, el zapatero decidió quedarse despierto y descubrir quién le hacía los zapatos.

Se escondió detrás de un armario, y esperó a que llegaran los duendecillos. A medianoche, los vio entrar por la ventana y cómo se ponían a trabajar con el cuero que había sobre la mesa. El zapatero se quedó maravillado al ver lo rápidos y hábiles que eran. Pero también se fijó en que los duendecillos iban vestidos con ropas viejas y desgastadas, y que tiritaban de frío.

-Pobrecillos -se dijo a sí mismo-. Deben pasar mucho frío con esos harapos. ¿Por qué no les hago unos abrigos de lana, para que se sientan más cómodos?

El zapatero con la ropa de los duendecillos

Por la mañana, el zapatero se puso manos a la obra, y confeccionó unos abrigos de lana roja, con botones dorados, unos gorros a juego, unos guantes y unos zapatos. Los dejó sobre la mesa, junto al cuero, y se volvió a esconder.

A la noche siguiente, los duendecillos llegaron como siempre, y se sorprendieron al ver los regalos que les había dejado el zapatero. Se pusieron los abrigos, los gorros, los guantes y los zapatos, y se sintieron muy felices y agradecidos.

-¡Qué hermosos regalos! -dijo uno de ellos-. Ahora ya no tendremos frío nunca más.

-Sí, son unos regalos maravillosos -dijo el otro-. El zapatero ha sido muy generoso con nosotros. Debemos darle las gracias.

Como la generosidad del zapatero conmovió a los duendes, decidieron despertarlo para darle las gracias, se volvieron sus amigos y continuaron ayudándolo en secreto. Cada vez que necesitaba ayuda, los duendecillos acudían a su rescate. La tienda prosperó, y el zapatero y los duendes celebraban cada Navidad la amistad que habían forjado.

Compradores en el zapatero

Con el tiempo, el zapatero aprendió una valiosa lección sobre la importancia de la generosidad y la gratitud, y los duendecillos mágicos encontraron en ellos a unos amigos leales que valoraban su amistad más allá de cualquier tesoro.

¿Cuál es el origen de este cuento del zapatero y los duendecillos mágicos?

La historia del zapatero y los duendes mágicos es un cuento popular de origen alemán que ha sido transmitido a lo largo de los años. La versión más conocida es probablemente la que fue recopilada por los hermanos Grimm en su colección de cuentos de hadas.

Jacob y Wilhelm Grimm fueron dos académicos alemanes del siglo XIX que se dedicaron a recopilar y preservar la tradición oral alemana, incluyendo cuentos de hadas y leyendas. Su obra más famosa es «Cuentos de la infancia y del hogar» («Kinder- und Hausmärchen» en alemán), donde incluyeron historias como «El zapatero y los duendecillos».

Estos cuentos, a menudo, tenían raíces en la tradición oral y se transmitían de generación en generación antes de ser recopilados por los Grimm y otros escritores. El cuento ha perdurado a lo largo del tiempo y se ha adaptado en diversas formas en distintas culturas.

¿Qué podemos aprender de la historia de «El zapatero y los duendecillos mágicos»?

  1. El zapatero experimenta una transformación positiva en su vida cuando decide ser generoso, no solo aceptando la ayuda de los duendecillos, sino también expresando su agradecimiento. La generosidad y la gratitud pueden generar relaciones significativas y positivas.
  2. La historia destaca cómo el trabajo en equipo y la colaboración pueden conducir al éxito. El zapatero y los duendes mágicos trabajan juntos para superar las dificultades y lograr un objetivo común.
  3. La relación entre el zapatero y los duendecillos muestra cómo la amistad y el compañerismo pueden surgir en las circunstancias más inesperadas. La importancia de valorar y cuidar las relaciones personales es un tema central en la historia.
  4. A través de la historia, el zapatero reconoce y aprecia el esfuerzo de los duendecillos en ayudarlo. Este reconocimiento es esencial en la vida real, ya que apreciar el trabajo y el esfuerzo de los demás contribuye a construir relaciones sólidas.
  5. A pesar de ser un hábil zapatero, el protagonista no desestima la ayuda de los duendes y reconoce sus propias limitaciones.
  6. La historia ilustra cómo los actos de bondad y generosidad del zapatero tienen consecuencias positivas no solo para él, sino también para los duendes. La idea de que los actos buenos pueden generar un ciclo positivo es una lección importante.

Y así termina nuestra entrada de hoy. Esperemos que tengas las tareas hechas por si los duendes no tienen tiempo de aparecer esta noche.

No olvides volver mañana para descubrir la nueva sorpresa del Calendario de Adviento de La Casa del Búho.

Una respuesta a ««El zapatero y los duendecillos mágicos» para niños y niñas 👞🧚🏼»

  1. Avatar de Mildred Vital

    There is definately a lot to find out about this topic. I like all of the points you made.

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