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Actividades para reforzar la lectura 📘

Una excelente forma de reforzar el mensaje de los cuentos es a través de actividades que inviten a los niños a participar activamente en la historia.

Niña contándole un cuento a su osito de peluche

Los cuentos no solo entretienen, sino que también enseñan valores, emociones y estrategias para resolver problemas, como hemos visto en la entrada anterior. Sin embargo, la mejor manera de que los niños interioricen estos mensajes es mediante la acción, reforzando la lectura. Convertir la lectura en una experiencia interactiva a través de juegos, manualidades o dramatizaciones no solo refuerza el aprendizaje, sino que también estimula la creatividad, el pensamiento crítico y la empatía.

A continuación, te proponemos varias actividades para complementar la lectura de cuentos, junto con sus beneficios en el desarrollo de los niños.

Actividades para reforzar la lectura

1.Dramatización con disfraces o títeres

Títeres

Una de las formas más efectivas de hacer que un cuento cobre vida es representarlo. Los niños pueden disfrazarse de los personajes o usar títeres para recrear escenas clave. Esta actividad les permite experimentar de primera mano los sentimientos y las decisiones de los protagonistas.

Cómo hacerlo
Elige un cuento y asigna un personaje a cada niño. Si no hay disfraces, pueden usar máscaras o simples accesorios. También se pueden fabricar títeres con calcetines o papel. Luego, cada niño interpreta su papel siguiendo la historia, o incluso inventando nuevas situaciones.

2. Crear un cuento alternativo o cambiar el final

Madre e hijo leyendo un cuento

Después de leer un cuento, se puede invitar a los niños a imaginar un desenlace diferente o incluso cambiar partes de la historia. ¿Y si el lobo de Los tres cerditos se hiciera amigo de ellos? ¿Qué pasaría si Caperucita Roja encontrara otro camino en el bosque?

Cómo hacerlo
Pide a los niños que piensen en otro final para la historia y que lo representen o lo dibujen. También pueden inventar qué pasó después del «colorín colorado».

3. La rueda de soluciones

Niños y niñas jugando

Muchas historias presentan conflictos que los personajes deben resolver, como en Pedro y el lobo o La mensajera de navidad. Después de leer un cuento, podemos jugar a la “rueda de soluciones” para ayudar a los niños a reflexionar sobre cómo afrontar situaciones similares en la vida real.

Cómo hacerlo
Dibuja una rueda con diferentes soluciones a un problema (por ejemplo, compartir, pedir ayuda, hablar con calma, ceder, negociar). Luego, plantea una situación basada en el cuento y deja que los niños giren la rueda para encontrar una posible solución.

Rueda de las soluciones

4. Manualidades temáticas

Peques pintando

Las manualidades permiten que los niños trabajen con sus manos y refuercen el mensaje del cuento a través de la creatividad. Pueden hacer dibujos de la historia, crear un collage de los personajes o fabricar elementos clave del cuento, como una varita mágica, un castillo o un bosque encantado.

Cómo hacerlo
Elige un cuento y prepara materiales como cartón, papel de colores, pegamento y pinturas. Los niños pueden crear escenarios del cuento, máscaras de los personajes o ilustraciones de su escena favorita

5. Crear historias propias

Niños leyendo cuento

Inventar cuentos en grupo es una actividad divertida y educativa. Puede comenzar con una frase inicial, y cada niño o adulto añade una parte hasta formar una historia completa.

Cómo hacerlo
Empieza con una frase sencilla como «Había una vez un gato que podía hablar…» y deja que cada persona agregue una parte de la historia. Otra opción es usar tarjetas con palabras clave (un bosque, una princesa, un dragón, una tormenta) para inspirar la narración.

Beneficios de las actividades

Todas estas actividades no solo hacen que la lectura sea más divertida e interactiva, sino que también aportan múltiples beneficios en el desarrollo de los niños:

  • Promueven el aprendizaje activo, transformando la lectura en una experiencia práctica y significativa.
  • Fomentan la creatividad y la imaginación, al permitirles cambiar historias, inventar finales o crear cuentos propios.
  • Refuerzan la comprensión lectora, ya que los niños recuerdan y recrean escenas clave.
  • Desarrollan la empatía, al ponerse en el lugar de los personajes y entender sus emociones.
  • Mejoran la expresión verbal y corporal, a través de dramatizaciones y narraciones orales.
  • Favorecen la toma de decisiones y el pensamiento crítico, al plantear soluciones a conflictos dentro de las historias.
  • Potencian el trabajo en equipo y la socialización, especialmente en actividades grupales como la narración compartida o las dramatizaciones.
  • Aumentan la confianza en sí mismos, al permitirles expresarse de diferentes maneras y participar activamente en la historia.

Leer un cuento es solo el comienzo. A través de actividades como las que te hemos propuesto los niños pueden profundizar en los mensajes de la historia y aplicar sus enseñanzas en la vida real. Además, estas experiencias fomentan habilidades esenciales como la creatividad, la empatía y la toma de decisiones.

La próxima vez que leas un cuento con tus peques o alumnas, anímate a complementarlo con una de estas actividades. ¡Verás cómo la historia cobra vida y deja huella en su aprendizaje!

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